Los cristales progresivos son cristales correctores que sirven para corregir la presbicia, un problema de la vista que limita la capacidad de ver de cerca. Este problema frecuente de la visión aparece a partir de los 40 años, y está vinculado al envejecimiento del cristalino.
Inventados por Bernard Maitenaz en los años 1950, los cristales progresivos están dotados de una propiedad progresiva que mejora la visión de cerca. En otros términos, la corrección varía según la zona del cristal y proporciona una visión nítida a todas las distancias. La zona de visión de lejos se encuentra en la zona superior del cristal, y la zona de visión de cerca está situada en la parte de abajo. Entre estas dos zonas se encuentra la zona de progresión intermedia (de media distancia). De esa manera, estos cristales se adaptan a cualquier estilo de vida ya que habitualmente se mira hacia abajo para ver de cerca (escribir, leer el periódico etc.) y hacia arriba para ver a lo lejos.
Hoy en día en FUSIÓN ÓPTICA contamos con la última tecnología de producción en cristales progresivos .
Las lentes progresivas premium Stable es nuestra lente más innovadora. Lo que la diferencia de las demás lentes progresivas es su curva base variable en la cara externa y el diseño digital personalizado en la cara interna. Se trata de un avance tecnológico que otorga un alto rendimiento de visión al usuario. La curva base variable especialmente diseñada, expande las zonas de lectura y mejora la visión periférica. Ambas superficies trabajan juntas para acomodar un rango amplio de graduaciones, ofreciendo mejor estética y mayor rendimiento en visión próxima
La cara posterior se calcula con los parámetros individuales del usuario, consiguiendo de esta forma una lente personalizada.
Los parámetros de personalización se utilizan para optimizar la visión del usuario en todas las direcciones de mirada.
Un sofisticado diseño digital progresivo desarrollado con la metodología Stable se talla punto a punto en la cara posterior de la lente junto con la graduación del paciente.
La cara frontal se inspira en una espiral y su curvatura varía según la prescripción, cambiando continuamente de arriba abajo. Proporciona la curva base ideal en todas las distancias, reduciendo así las aberraciones oblicuas.